lunes, 26 de noviembre de 2007

Ingenieros de Almas

"Nuestros tanques son inútiles cuando quienes los que los conducen son almas de barro. Por eso afirmo que la producción de almas es más importante que la producción de tanques. Alguien acaba de observar que los escritores no deben permanecer inactivos, que deben conocer la vida de su país. La vida transforma al ser humano y vosotros tenéis que colaborar en la transformación de su alma. La producción de almas humanas es de suma importancia. ¡Y por eso alzo mi copa y brindo por vosotros, escritores, ingenieros del alma!"

¿Cuál es el deber del escritor respecto de sus lectores? ¿debe forjarles el alma? ¿es una mera entretención? (como dice Andre Maurois: algo para no tener que pensar) ¿una manera de contrabandear ideología? (como acusaron al pobre "Pato Donald")....

En su introducción a "Una de Piratas", Serrat siempre cuenta que en su niñez viajó por el mundo, de la mano de los corsarios que habitaban su pequeña biblioteca (si alguna vez Serrat escribiera un blog, esa introducción merecería estar entre las entradas destacadas).

Isaac Asimov (uno de mis autores favoritos) nunca pretendió ser más que un cuentista... aún con lo que legó a la ciencia ficción en robótica (y cuentos como Amanecer; novelas como Los propios Dioses o sagas como Fundación) y aunque nunca pretendió entregar un legajo moral, la aplicación de sus "leyes de la robótica", mejorarían enormemente la interrelación entre seres humanos..

El monje Athanasius, simplemente pretendía explicar el mundo, de una manera muy propia de la ingeniería; e imagino que compartía la premisa de que lo admirable de Dios (que no juega a los dados) no es que hizo las cosas, sino que creó condiciones para que las cosas fueran hechas. Pero -y por lo poco que se- su rollo era intentar entenderlo, saberlo, conocerlo todo. Y transmitirlo...

J. K. Rowling, la creadora de Harry Potter, tan sólo pretendía encontrar un medio de alimentar a su pequeñin recién nacido... Claro que lo consiguió...

Aún así, todos los mencionados han -de una manera u otra- moldeado almas. Quizá sin una ideología política específica, pero todos los autores terminan haciéndolo de un modo u otro. Y la única diferencia entre los grandes y los pequeños, es la cantidad de gente en la que influyen...

¿pasará alguna vez con los blogs?

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